El partido de este domingo ha dejado varias jugadas polémicas en el Benito Villamarín. Soto Grado volvió a ser protagonista y sus decisiones afectaron de lleno en el devenir del partido de los madridistas.
El Real Madrid no firmó su mejor partido ante el Real Betis, pero la actuación del colegiado afectó de igual manera en el resultado. El partido se solventó con varias jugadas que debieron ser sancionadas, pero que Soto Grado decidió pasar por alto.
Una de las acciones más comentadas como fue el derribo a Benzema dentro del área. Las repeticiones no dejaron duda y todos los madridistas se echaron las manos a la cabeza al ver que el colegiado no había señalado nada.
De hecho, el propio Soto Grado estuvo a punto de pitarlo, pero se arrepintió en el último momento. En la retransmisión se pudo ver como el árbitro del encuentro se llevaba su silbato a la boca, pero decidió dejar pasar la acción y no sancionar nada.
Esta jugada ha cabreado a la afición merengue y no entienden cómo no pudo señalar la pena máxima. Soto Grado se negó a señalarlo en el último momento y algo le impidió pitarlo, a pesar de que su primera intención era señalarlo.
No fue la única
Como ya reflejamos ayer en Qedine Deportes, hubo otra acción que fue determinante en el devenir del encuentro. El equipo arbitral pasó por alto una agresión de Ruibal sobre Camavinga que solamente fue sancionado con falta, ni amarilla ni nada.
Las imágenes hablan por sí solas en medio de una situación donde el Real Madrid ha estado en el foco arbitral. El cabreo en la grada merengue es inmenso, no solo por la mala imagen del equipo, sino por estas decisiones que también influyeron de lleno en la derrota.