El primer Clásico de la temporada ya está a la vuelta de la esquina. Mañana se verán las caras en el Bernabéu los dos clubes más grandes de España: el Real Madrid y el FC Barcelona. El planeta fútbol se paralizará durante 90 minutos.
Lamine Yamal es la gran amenaza de los culés. El internacional español, que ha calentado el partido con unas declaraciones penosas, volverá a ser la gran referencia en ataque de su equipo. Xabi Alonso, como no puede ser de otra manera, lo sabe.
El técnico donostiarra no sacará de inicio a Ferland Mendy, que, casualmente, es el defensor más complejo para la gran estrella azulgrana. De hecho, este se rindió en elogios hacia él y recordó la final de la Supercopa de España: “En la final de la Supercopa de España, Ferland Mendy fue un reto difícil para mí», dijo en una entrevista concedida para Mundo Deportivo.
Sin embargo, no lo tendrá fácil con Álvaro Carreras. El gallego será el elegido por su entrenador para intentar parar al ’10’ del Barça. Ya sabe lo que es enfrentarse a él. Lo hizo con el Benfica en la Champions y lo cierto es que cumplió con creces.
Por este motivo, el staff espera que haga una buena actuación, dado que ese duelo puede ser una de las claves del choque. El de Ferrol fue uno de los señalados en el derbi, pero la confianza en él sigue siendo plena por los altos cargos de la institución madridista.
Ganas de victoria
Las palabras de Lamine Yamal han llegado al vestuario del Real Madrid. Los pesos pesados de la plantilla están convencidos de que es el momento de ponerlo en su sitio y de dar un golpe encima de la mesa. Voces autorizadas de Valdebebas resaltan que el atacante del cuadro blaugrana faltó el respeto de manera considerable. No es para menos, debido a que aseguró que el club blanco roba, refiriéndose a las ayudas arbitrales, y pecó de prepotencia al decir que era probable otro 0-4 en el Bernabéu.
El proyecto de Xabi Alonso tiene un registro de once partidos y doce victorias, aunque en el ambiente se percibe que lo de mañana es especial y supone una oportunidad de oro para zanjar las dudas que puede haber. Hay en juego mucho más que tres puntos.
El Bernabéu debe de ser un factor clave y determinante para marcar la diferencia y llevar en volandas a sus pupilos hacia un nuevo triunfo. Los Clásicos del pasado curso están en la retina de todos y aún duele. Toca revancha y cambiar la inercia de una vez por todas.