El Real Madrid disputa este martes contra el Kairat Almaty (18.45 horas) la segunda jornada de la liguilla de la Champions League y se prevé que Xabi Alonso vuelva a apostar por rotaciones para dar descanso a los jugadores más rodados. El equipo tiene ante sí el reto de pasar página tras la dura derrota encajada en el Metropolitano frente al Atlético en Liga (5-2), pero la principal novedad en la convocatoria de este encuentro la ha protagonizado Javi Navarro, que es el tercer portero por detrás de Thibaut Courtois y Andriy Lunin.
Es cierto que son muchos los que han ejercido de tercer ‘1’ en el Madrid durante este tiempo, siendo el último de ellos Fran González, que debutó con el primer equipo durante la pasada temporada y es una de las apuestas fuertes en Valdebebas. Pero Navarro se ha ‘colado’ en la lista de Xabi después de estar rindiendo de manera óptima en el Juvenil A y, en cuestión de un año, ha pasado del Juvenil B a estar entrenando con los ‘mayores’. El pasado sábado, además, el arquero fue titular con el Castilla en la derrota ante el Tenerife (1-3).

Navarro es el cuarto guardameta del Madrid en la Champions, pudiendo ser ahora mismo ese portero de emergencia entre Courtois y Lunin. El belga está empezando a preocupar después de un buen inicio de curso, con un titubeante juego de pies y una temeridad inédita en las salidas, mientras que el ucraniano aún no se ha estrenado. Ante la ausencia de Fran González, que se encuentra en el Mundial Sub-20 con la Selección española, podría tener sus oportunidades y demostrar todo su potencial.
Con sólo 18 años, Navarro está desempeñándose entre el Juvenil A, el Castilla y el primer equipo, por lo que su nombre ya empieza a oírse con fuerza en todas las conversaciones que tiene el club en su seno interno. Es el primer paso para hacerse notar y ganarse un hueco en el futuro, a lo que aspira desde que fichó por el Madrid en 2019. Aunque se formó antes en el Unión Adarve, pero de manera totalmente distinta a la de ahora.
Delantero antes que portero
En sus orígenes, Navarro era un delantero con una capacidad natural para ‘mojar’ de cara a puerta. Curiosamente, el ariete terminó siendo portero, sorprendiendo a propios y extraños de que aún era mejor parando los goles que marcándolos. Y, durante unos entrenamientos de la selección de Madrid, llamó la atención del Leganés y del Real Madrid. El jugador no se lo pensó dos veces y dio el ‘sí’ a los merengues, que le incorporaron al Infantil B y, desde entonces, no ha parado de crecer hasta convertirse en un auténtico hombre.
Con contrato hasta 2030, Navarro, que nació en Madrid en el año 2007, está trabajando poco a poco para hacerse un nombre y, después de debutar con el Castilla, afronta su último año como juvenil con la ilusión de convertirse en un hombre de Alonso. Mientras tanto, el meta no renuncia a seguir formándose en el ámbito educativo y acaba de comenzar un Grado en Administración y Dirección de Empresas.