Xabi Alonso está muy contento por poder dirigir a los blancos en Anoeta, la que fue su casa. No espera ninguna ‘ayuda’ durante el partido, pero sí recibir el cariño de la gente antes del partido y también cuando acabe. Hasta el día de hoy, allí siempre le han guardado un gran respeto y un cariño especial. Entrenó al filial y lo ascendió de categoría antes de dar el salto al Bayer Leverkusen. Lo normal es que haya perdurado ese sentimiento hasta el día de hoy.
Por desgracia, en España hay mucho antimadridismo y algunos aficionados no conciben que sus ídolos representen al Real Madrid en el césped o en los banquillos. Es algo que ha pasado en muchas ocasiones, y el mejor ejemplo es la historia de Sergio Ramos, Dani Alves y Rakitic. Los tres abandonaron el Sevilla, dos de ellos para ir al Barcelona y otro para ir al Real Madrid. El único al que criticaron, silbaron e insultaron es al madridista.
Esperemos que con la Real Sociedad y Xabi Alonso no ocurra lo mismo, porque Xabi y su familia aman al club y le tienen mucho respeto. Por eso mismo, para el técnico va a ser especial regresar a la que fue su casa para enfrentarse a un gran equipo. Va a plantear un partido muy serio, porque no se fía del equipo vasco, a pesar de que todavía no haya ganado en esta Liga.
This wekeend sees Xabi Alonso return to Real Sociedad as coach of @realmadriden 👀. pic.twitter.com/hXdu1iZrTE
— LALIGA English (@LaLigaEN) September 12, 2025
Plena confianza en su equipo
Xabi Alonso está seguro de que en con el equipo que tiene en el Real Madrid puede hacer historia. Quiere ir poco a poco, porque lleva tan solo 2 meses trabajando con los futbolistas y necesita más tiempo para conocerles mejor y que ellos se vayan adaptando al estilo de juego y a las tácticas que quiere que tenga el equipo. Es un proceso en el que hay que tener paciencia, pero alegra ver que ya se empiezan a ver avances.

Es evidente que el cambio de Ancelotti por Xabi ha venido muy bien. No porque el italiano tuviese culpa de algo, al revés, es una leyenda del club. Pero después de los 4 años de su segunda etapa, la plantilla necesitaba un cambio de aires y una nueva motivación para seguir siendo un grupo ganador.