Xabi Alonso dio ayer un discurso general de bienvenida a todos los jugadores y les dejó una cosa clara. Todos van a tener el mismo trato y la impuntualidad se va a pagar, no solo con dinero, que también, sino con bronca y con la suplencia. “Esto es algo que no podemos pasar por alto, sea el que sea, hay que ser puntuales y seguir los horarios a rajatabla, no me valen las excusas…”, así de claro se lo dejó a todos.
Lo que está claro es que Alonso ya lo hizo en el Leverkusen con su estrella, Wirtz, al que castigó. Y en el Madrid también lo va a hacer, se llame Mbappé y sea el que más cobre o Gonzalo, uno de los que menos. Hay que ver si esta forma de actuar tiene continuidad en el Real Madrid, porque no es nada sencillo gestionar un vestuario de este tipo.
Pero tal y como están las cosas, lo mejor es que Xabi tenga un poco de mano dura en algunos aspectos de la gestión. Es la manera de tener a todos controlados y regular un poco los egos del vestuario, que es un aspecto que ha hecho bastante daño en la temporada pasada, según la información que hemos recibido en Qedine Deportes.
🚨 KYLIAN MBAPPÉ: “NUEVA TEMPORADA… 🤍✨Con ganas de hacer algo grande. ¡Vamos todos juntos, madridistas! ¡HALA MADRID!” pic.twitter.com/ZqXpEhnw0M
— Naninho (@SrNaninho) August 4, 2025
Mucha exigencia
El hecho de defender la camiseta del Real Madrid es algo que ya genera mucha exigencia a todos los futbolistas, porque es el club más grande del mundo y hay mucha presión. No todo el mundo gestiona esto de la misma manera, y por eso hay futbolistas de mucho potencial que llegan al equipo merengue y no destacan como hacían en otros equipos, a pesar de estar rodeado de mejores jugadores que facilitan las cosas.

Pero Xabi quiere pedirles más a todos los futbolistas, porque no puede tolerar que haya una falta de actitud y entrega. Sobre todo en un momento en el que el juego del equipo no está siendo bueno, y tampoco los resultados, porque no se han ganado ninguno de los grandes trofeos de la pasada temporada. Eso hace que la imagen del equipo deba ser completamente diferente en los siguientes encuentros, sobre todo después de la dura derrota contra el Paris Saint-Germain en el Mundial de Clubes.