El partido en el Coliseum comenzó con polémica, algo que ya esperaba el Real Madrid, ya que el encargado de impartir ‘justicia’ era Ricardo de Burgos Bengoetxea.
El colegiado vasco es un árbitro que tiene ‘prontuario’ contra la entidad madridista, por lo que su actuación en el duelo entre los azulones y los merengues no podría ser muy diferente.
Carlo Ancelotti ya avisó a sus jugadores que el Getafe hoy jugaría con ’12’ y razón no le ha faltado, ya que esto quedó demostrado en los primeros 5 minutos del duelo de la competición liguera.
Cuando transcurrían 30 segundos de partido, Damián Suárez le propinó un manotazo a Vinicius Jr., que acabó con el brasileño por el suelo pero De Burgos Bengoetxea decidió mirar para otro lado cuando claramente era para tarjeta amarilla.
Sin embargo, esto no sería todo, ya que minutos más tarde, el propio Vini fue derribado dentro del área por Carmona, en una acción que fue muy reclamada por todo el madridismo.
Más allá de los reclamos de los miembros del Real Madrid, en estas dos ocasiones el colegiado de campo y el del VAR decidieron hacer caso omiso y seguir con la acción en el Coliseum, aunque estas dos jugadas no fueron determinantes afortunadamente, ya que el club blanco terminó llevándose el duelo duelo 0-2, pese a tener que soportar duras entradas como la de Djené sobre Tchouaméni que tranquilamente pudo ser roja directa, aunque se quedó en amarilla.
La otra gran acción polémica de la noche llegó al final del partido, ya que en el minuto 89, Brahim Díaz fue derribado claramente dentro del área por Gastón Álvarez, pero el árbitro incomprensiblemente señaló tiro de esquina.
Este penalti no pitado hizo que Carlo Ancelotti estallara nada más señalar el final del encuentro De Burgos Bengoetxea, quien además acabó amonestando al entrenador italiano, lo que demuestra una vez más que el Real Madrid tiene que hacer el doble que el Barcelona y el Atlético de Madrid.