El pasado sábado en Mestalla se vivió uno de los mayores escándalos arbitrales de los últimos años no solo en el fútbol español, sino probablemente en el fútbol europeo y mundial.
Cuando el partido iba empate a dos, el Real Madrid sacó un córner que recogió Brahim en la esquina del área del Valencia para poner un centro que acabaría en un remate de cabeza de Bellingham y en el gol de inglés.
Pero, para sorpresa de todo el mundo, el árbitro del partido, Jesús Gil Manzano, pitó el final cuando el malagueño estaba centrando, por lo que el gol del ex del Dortmund no subió al marcador.
Un auténtico escándalo que protestarían vehemente todos los jugadores del conjunto blanco y que acabaría en la expulsión de Bellingham tras decirle a Gil Manzano: «It’s a fucking goal» (es un puto gol).
Gil Manzano admite su error
La tremenda metedura de pata de Jesús Gil Manzano le costó al Real Madrid dos puntos valiosísimos que pudieron ser determinantes para el devenir del campeonato de Liga.
Y es que, además, ayer el Girona perdió a domicilio contra el Mallorca 1-0, lo que hace que la distancia con los de Míchel aumente a siete puntos, y el Barcelona empató a cero en San Mamés, lo que hace que la distancia con los culés siga siendo de ocho puntos.
Si el colegiado extremeño hubiese dado el gol de Bellingham por válido, ahora los de Carlo Ancelotti estarían a nueve del Girona y a diez del Barça, además de a trece del Atlético de Madrid.
No obstante, tal y como ha confesado Edu García en Radio Nacional, uno de los periodistas más cercanos a Gil Manzano, el de Don Benito sabe perfectamente que se ha equivocado, pero que está muy tranquilo y que seguirá currando para tratar de mejorar en el futuro.