Esta vez no había ninguna excusa con las lesiones. Por primera vez desde que llegó al banquillo blanco a finales del pasado mes de octubre, Santiago Solari contaba en el Camp Nou con toda la plantilla disponible, pero ha visto como Marcos Llorente ha caído a la hora de partido, llevándose la mano al aductor izquierdo.
No ha podido tener peor fortuna el canterano blanco. Fue uno de los mejores jugadores del Madrid en el tramo final de 2018. De hecho, fue nombrado MVP de la final del Mundial de Clubes, donde anotó un tanto. Desde entonces las cosas se han ido torciendo. Estuvo tres semanas fuera por una lesión de grado II en el aductor izquierdo, el mismo que se ha lesionado ante el Barcelona.
Reapareció como titular ante el Girona en la vuelta de los cuartos de final de la Copa. Firmó un gran partido y un gol, tal y como lo dejó en Abu Dabi. Se quedó sin jugar ante el Alavés y Solari le ha dado la alternativa este miércoles ante el Barça. Fue un ‘incordio’ completo para los azulgrana, pero solo aguantó una hora.
Llorente se fue al suelo y pidió el cambio. No podía más. Casemiro entró en su lugar en el minuto 63, un minuto totalmente loco con cuatro cambios. El brasileño, en lugar del canterano y Bale, por Vinicius, entraron en el Madrid y Messi, por Coutinho, y Vidal, por Rakitic hicieron lo propio en los azulgrana.