El Real Madrid volvió a tropezar en la misma piedra, la del Shakhtar, en otro partido desastroso del equipo de Zidane. Una primera parte aceptable de los blancos no se tradujo en ventaja alguna y la segunda fue pésima, con dos goles en contra sin respuesta alguna (2-0).
Si en el partido disputado en Madrid entre ambos vimos una de las peores versiones del equipo de Zidane, en un primer tiempo catastrófico, lo cierto es que la puesta en escena de los blancos en Kiev fue distinta. Con un equipo más presionante, con más intensidad y con unas ganas que no se vieron en el partido jugado en el Di Stéfano. Era lo mínimo que se podía exigir.
De hecho, los madridistas tuvieron una ocasión inmejorable para haberse adelantado en el marcador cuando los jugadores aún no habían roto a sudar. Cuatro minutos de encuentro y una buena presión en campo contrario del Madrid, quizá uno de los aspectos que más necesita mejorar el equipo blanco, le dio a los de Zidane una acción de peligro.
Asensio fue el que robó la pelota, Benzema el que la aceleró desde la izquierda con un gran pase al área y el propio Marco el que la remató al primer toque…al poste. El mallorquín se llevó las manos a la cabeza y no era para menos. No parecía un remate imposible sino relativamente asequible para un jugador de la calidad de Asensio. Hasta Zidane se lamentó en la banda.
Después de ese inicio en el que el Madrid intentó mostrarle al Shakhtar que lo del Di Stéfano no podía repetirse el encuentro se aposentó un poco. Eso sí, había una realidad bastante evidente. Y es que cuando los de Zidane presionaban arriba, el equipo ucraniano mostraba infinidad de problemas a la hora de sacar el balón desde atrás. Por ahí se vislumbraba un recoveco por el que meterle mano al equipo local.
Si Asensio había sido protagonista de la primera ocasión del partido, el mallorquín también iba a firmar la segunda. En esta ocasión la asistencia se la iba a dar Martin Odegaard para que Marco hiciera un gran remate con la zurda, buscando la escuadra, que encontró una sensacional mano de Trubin. El portero local conjugó colocación y reflejos para evitar un balón que parecía más que complicado de sacar.
El Madrid era el claro dueño del partido. El Shakhtar apenas llegó a Courtois en todo el primer tiempo, sólo un centro que blocó el portero madridista como balance. Eso sí, de repente apareció un invitado sorpresa que, seguramente, era más celebrado por los locales que por los madridistas. Una especie de agua nieve comenzó a caer sobre Kiev con bastante fuerza. El clima también podía ser decisivo porque la exigencia de una mayor precisión parecía convertirse en obligatorio.
La salida del Shakhtar al segundo tiempo fue claramente distinta. Los ucranianos se vinieron arriba, buscaron presionar al Madrid e, incluso, generaron una gran ocasión de gol que de no ser por Courtois habría acabado en el 1-0. Fue Taison, en una gran aceleración, el que se plantó en el área del equipo blanco para rematar cruzado y encontrarse con la pierna del portero belga del Real Madrid. Un aviso más que serio.
La pinta que estaba tomando el segundo tiempo era bastante mala. De hecho, el Madrid mostró varios desajustes que no se habían visto en el primer acto y que denotaban que el equipo no estaba cómodo. De hecho, en una acción en la que el Shakhtar encontró a los blancos descolocados la cosa se puso 1-0 para los ucranianos. Un mal despeje de Mendy en el área pilló mal colocado a Varane y eso lo aprovechó Dentinho para batir a Courtois. Los dos zagueros franceses cometieron un error infantil y lo pagaron caro. El peor resultado posible y, además, inesperado tras lo que se había visto en el primer acto.
El Madrid empezaba a transmitir malas sensaciones. El gol en contra le hizo daño e incluso perdió el balón. El Shakhtar se creció y revivió para mantener la pelota demasiado tiempo cerca del área de Courtois. El partido empezaba a pedir cambios como el comer, sin embargo, Zidane no se movía. Se fiaba de los que estaban en el campo a pesar de que se veía que el equipo había caído físicamente muchísimo en relación al primer acto. 76 minutos tardó el francés en hacer los cambios.
El Madrid seguía sin dar con la tecla, sin saber qué hacer. El Shakhtar, con orden, era capaz de mantener a raya a los de Zidane y no solo eso sino que, además, soltó otra de esas contras que ya demostró en Valdebebas lo mortales que eran. En esta ocasión, una conducción de Solomon, al que permitieron llegar a la frontal como si del pasillo de su casa se tratara, el que ajustició a Courtois con un remate raso y potente que superó al portero merengue. El 2-0 era un puñal en el corazón de un Madrid que se vino abajo de forma alarmante en un segundo tiempo para olvidar y que, además, le puede costar la vida en esta Champions.
Ficha técnica
Shakhtar 2: Trubin; Dodo, Vitao, Bondar, Matviyenko; Kovalenko, Stepanenko; Tete, Marlos (Maycon 73’), Taison (Solomon 73’); y Moraes (Dentinho 25’)
Real Madrid 0: Courtois; LucasV Nacho Varane Mendy; Modrić, Ødegaard (Isco 76’), Kroos; Rodrygo (Vinicius 76’), Asensio y Benzema (Mariano 76’)
Goles: 1-0 Dentinho (56’), 2-0 Solomon (82’)
Árbitro: Ovidiu Hategan (RUM). Amonestó a Varane
Estadio: Olímpico de Kiev.