La temporada se ha acabado para los de Chus Mateo, quienes lo dieron todo sobre el tabloncillo en esta final de la Liga Endesa, pero los azulgranas contaron con todo a favor.
Este enfrentamiento entre azulgranas y merengues fue muy desigual, pero sobre todo por las decisiones arbitrales que siempre cayeron del lado de los catalanes.
El Real Madrid llegaba a este tercer partido con la clara convicción de alargar la final, tras ir abajo por un 2-0, después de caer en los dos primeros juegos en el Palau Blaugrana.
Este duelo estuvo marcado por la igualdad, especialmente en la primera mitad, que se llevó la entidad madridista 21-20 y 20-18, que dejaban un resultado global de 41-38.
Sin embargo, el descalabro para el equipo merengue llegó en la segunda etapa, cediendo ante el acierto anotador de los de Šarūnas Jasikevičius, quienes se aprovecharon de la desesperación de los blancos.
25-29 y 16-26 fueron los últimos dos parciales que cayeron del lado azulgrana, que dejó un resultado final de 82-93.
La nota alta del partido la dejó la afición del Real Madrid, que estuvo entregada en todo momento a sus jugadores, quienes se vaciaron durante los 40 minutos sobre el tabloncillo.
Ahora toca disfrutar de la Euroliga conseguida esta temporada y luego desconectar, lo que permitirá a los madridistas volver con más ganas de cara al próximo curso.