Toni Kroos vivió una Supercopa muy complicada. Dijo verdades como puños sobre la realidad de la SuperPro League. Una liga de segunda categoría que está ‘masacrando’ a la élite del fútbol mundial llevándose, año tras año, a grandes estrellas. El alemán no se cortó ni una pizca.
El mediocentro germano llevó sus ‘valores’ hasta el final. No quiso ser partícipe del ‘circo’ que montaron Piqué y Rubiales en su día y dejó claro su descontento. Con sus ideas muy claras y reivindicando los derechos humanos. Kroos no se casó con nadie.
Le pitaron ácidamente durante toda la Supercopa. Cada balón que tocaba, pese a venir de la grada madridista, Toni Kroos tenía de fondo una sonora pitada. En Arabia demostraron «honor» y mucho «orgullo», pese a ser un jugador al que debían apoyar, y no le pasaron esa salida de tono. El lío estaba servido y fue a más en la finalísima ante el Barça.
Kroos no pasó por el ‘aro’ y decidió declinar ponerse la camiseta conmemorativa, con la final ya ganada, después de haber recibido una pitada durante los 90 minutos y, especialmente, cuando fue cambiado. Tiraba de sonrisas y dejaba muestras de fortaleza total, sin dejar amedrantarse por la situación, en un momento muy complicado.
No se puso la camiseta árabe
El usuario @qatari subió una foto del momento final de Kroos en Arabia Saudí: «Toni Kroos no se puso la camiseta con el número 13 escrito en árabe… porque no le permitimos a él y a su selección apoyar», escribía junto al emoticono de una bandera LGTBI y muchas sonrisas.
Un post que se llenó de comentarios despectivos de muchos aficionados que estuvieron presentes y ni se percataron de ese instante en el que Kroos no quiso llevar la camiseta con letras árabes.