Donde sí estará presente el club blanco, será en las gradas del WandaMetropolitano, desde donde varios empleados del club vigilarán de cerca a cuatro jugadores en especial, empezando con Eriksen y Mané, pero sin dejar de seguir a Kane y a Salah.
Sadio Mané es una de las peticiones que Zidane hizo antes de salir del Real Madrid y sigue siendo un jugador que gusta mucho al técnico francés, por lo que habrá que medirle en una final como esta en la que su equipo parte como claro favorito, el mismo que el del egipcio Mohamed Salah el cual a pesar de haber bajado algo el rendimiento con respecto a la temporada pasada fue el mejor del Liverpool en la ida de las semifinales y es a día de hoy pichichi de la Premier League a falta de una jornada, con dos goles por encima de sus perseguidores,
Por parte de los jugadores Spurs, Kane es seria duda, aunque como suele pasar en estos casos y en este tipo de partidos, acabará forzando para llegar a lo que será el partido más importante de su vida. El delantero inglés ha sido relacionado con el club de ConchaEspina varias veces, pero nunca se ha concretado nada, entre otras cosas por la dureza en las negociaciones del dueño del Tottenham, Daniel Levy. El máximo accionista del equipo inglés tendrá menos opciones con Christian Eriksen al cual está tanteando el Madrid y que acaba contrato el próximo verano, de manera, que, si no sale esta temporada por un precio razonable, se irá sin dejar un solo euro en las arcas del ahora nuevo White Hart Lane. Así que el mediocampista danés también será seguido de cerca para comprobar su rendimiento en un partido de este calibre.
Estos cuatro jugadores probablemente se jueguen algo más que la propia Champions, quizás un futuro no muy lejano vistiendo de blanco en la capital de España.