El caso Kylian Mbappé podría estar en la recta final. Aunque ayer, finalmente, no se produjera la reunión entre Mbappé y Fayza Lamari con los dirigentes del PSG, que había contado Pablo Polo en MARCA, no es menos cierto que la madre del jugador ha estado negociando con el club durante los últimos días.
Ambas partes son firmes en sus deseos: la entidad del Parque de los Príncipes quiere que renueve. De lo contrario, será traspasado este verano. Por su parte, Mbappé sigue transmitiendo que quiere cumplir con su año de contrato, aunque en realidad su mayor anhelo es vestir la camiseta del Real Madrid cuanto antes.
El problema radica en su madre. Fayza Lamari quiere cobrar los 60 millones de prima de fidelidad que su hijo debería percibir este mes de julio y los otros 60 que debe cobrar en septiembre una vez acabado el mercado de verano. Cantidades que desde Qatar le ofrecieron con tal de que el jugador renovara. Mientras tanto, el Madrid se mantiene a la espera.
Cuestión de horas
Si no existiera este problema de dinero que exige Fayza Lamari, el PSG y el Real Madrid podrían pactar ahora mismo un traspaso por 200 millones de euros: 140 inmediatos y 60 en bonus sencillos abonar en cuatro años, y todo estaría solucionado. Pero es la madre la que tiene la sartén por el mango y primero desea percibir los 60 millones de esa prima de fidelidad anteriormente mencionada.
No obstante, la necesidad del club francés de venderlo cuanto antes para no dejarlo marchar gratis en 2024 y buscar un reemplazo de garantías, haría que Al-Khelaifi le comunicara al Real Madrid en los próximos días que acepta un traspaso de 200 ‘kilos’ para dejar salir a Mbappé, de quien ya está realmente harto.
Pero la madre tendrá también que bajarse de esas grandes exigencias de dinero para poder cumplir el sueño de su hijo. El acuerdo se puede hacer y no habría que esperar mucho. El Real Madrid se mantiene a la espera y actuará en el momento propicio.