El Fútbol Club Barcelona sigue arriesgando mucho al colocar la línea defensiva muy adelantada y tratando de dejar en fuera de juego a los atacantes. Por eso mismo, los entrenadores rivales están ingeniándoselas para hacerles daño. El Rayo Vallecano puso en marcha una táctica que consistió en dejar a un futbolista en fuera de juego, esperando que sus compañeros desborden por banda y le encuentren fácil para que la empuje.
Ayer se vio lo mismo durante el partido del Paris Saint-Germain, y, como es normal, Xabi Alonso y su staff técnico han tomado nota. El gol de Gonçalo Ramos en el minuto 90 lo consiguieron gracias a esa visión táctica de Luis Enrique. Obviamente, el Barcelona también tratará de contrarrestar esta forma de atacar del Real Madrid, y podría acabar retrasando un poco la línea de fuera de juego.
Si algo nuevo quiere introducir Xabi Alonso a su Real Madrid son nuevas variantes tácticas. Quiere que sus jugadores entiendan a la perfección el juego del equipo y lo que pueden hacer dentro del campo para hacer más daño a los rivales. Por eso mismo, insiste mucho en los vídeos, para mostrar lo que hacen bien y lo que hacen mal, pero también la forma de jugar que tienen los otros equipos.
Achraf sigue corriendo.
𝐆𝐨𝐧𝐜̧𝐚𝐥𝐨 𝐑𝐚𝐦𝐨𝐬 ejecuta al Barça.#UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/cjlCeZD54x— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) October 1, 2025
Confían en ganar
A pesar de las duras derrotas contra el Paris Saint-Germain y el Atlético de Madrid, en el Real Madrid confían en ganar el Clásico del 26 de octubre. Se disputa en el Santiago Bernabéu y hay plantilla suficiente para marcar la diferencia en casa. Además, en el Barcelona no están pasando por su mejor momento futbolístico y algunos jugadores están cansados.
Es la oportunidad perfecta para reivindicarse en un partido grande y demostrar que el Real Madrid sigue siendo fuerte en este tipo de enfrentamientos. Otra dura derrota sería un palo muy grande para el proyecto de Xabi Alonso. Pero no sería solo su culpa, sino también de los jugadores y la confección de la plantilla. En el curso pasado ya se llevó toda la culpa a Ancelotti, pero ahora la gente no va a mirar solo al entrenador, sino al vestuario y al que ha formado el equipo.