Corrían las 19:30 de la tarde, aproximadamente, y se encendían todas las alarmas en Valdebebas. L’Equipe emitía unas imágenes, en primicia, sobre el entrenamiento en Clairefontaine. En las mismas se veía a Eduardo Camavinga K.O, por un choque con Dembélé en el partido de entrenamiento con público.
Un hecho que activó todas las alarmas en la Ciudad Real Madrid y que quisieron ‘apagar’, rápidamente, desde la Federación Francesa de Fútbol. La FFF confirmaba que era un «simple golpe» y aseguraba que podría estar disponible, incluso, para el próximo entrenamiento.
Algo que relajó a altas instancias madridistas, visto lo visto. Sin embargo,a última hora de la noche saltó la noticia y fue en boca del propio jugador. «No está bien, mañana vuelve a Madrid», comunicaban desde Francia al Real Madrid.
Camavinga sufiró coletazos posteriores del golpetazo con Dembélé y, a última hora del miércoles, confirmaba que estaba adolorido y que podría haber lesión. El optimismo moderado pasó a una preocupación evidente. Desde el staff médico del Real Madrid confirmaban los peores presagios al ver el informe hecho desde Francia: querían evaluarlo ellos.
De 3 a 8 semanas, el primer diagnóstico
Algo que se ha confirmado, vistos los primeros exámenes médicos, y ya empiezan a deslizarse fechas para el retorno de Camavinga. Se habla de 3 a 6 semanas de baja y en el caso más duro se llega hasta las 8 semanas, tal y como afirma Tomás Roncero en El Chiringuito.
El francés se perdería un séquito de partidos hasta jugar la Supercopa de España en Arabia. Ese sería el objetivo marcado por Camavinga. Se perdería el partido frente al Cádiz, Nápoles, Granada, Betis, Union Berlín, Villarreal, Alavés y Mallorca. Pondría toda su mirada en ese trofeo para arrancar el 2024 con las semifinales contra el Atlético de Madrid.