El Real Madrid ha ganado esta noche en el estadio Santiago Bernabéu, consiguiendo tres puntos muy importantes para afianzar el liderato liguero.
Los dirigidos por Carlo Ancelotti saltaron al terreno de juego a por el partido desde el primer minuto, aunque lo que no sabían es que el Granada jugaría con mucha ayuda.
Afortunadamente para los intereses madridistas, Brahim Díaz y Rodrygo Goes se encargaron de poner tierra de por medio con los rojiblancos, pero la realidad es que el arbitraje de Pablo González Fuertes fue desastroso.
El colegiado del Comité de Árbitros de Asturias revivió el ‘caso Negreira’ en el estadio Santiago Bernabéu y con razón, ya que los aficionados blancos estallaron contra el principal.
Jude Bellingham fue el más afectado por el trabajo de González Fuertes, quien se encargó de sacar tarjeta amarilla a los blancos, incluido el inglés, además de permitir constantes patadas de los dirigidos por el ‘Cacique’ Medina.
Por si esto fuera poco, en el primer tiempo el colegiado asturiano se tragó una penalti clamoroso sobre el británico, que no señaló, pero peor aún es el que VAR ni entró en la acción.
Esto claramente ha enfadado a todo el madridismo, ya que no se explican los fallos arbitrales que siempre tienen un mismo perjudicado, el Real Madrid.
El equipo merengue, que tan solo ha perdido un partido en todo el curso, sabe que si quiere ganar esta Liga tendrá que luchar contra todo y contra todos, ya que la historia de Negreira está más viva que nunca.